Perfecto.

Discurso del Dip. Fernando Iglesias en el Congreso 5 de julio de 2008

Señor presidente: voy a tratar de hacer el esfuerzo de ser lo más breve y claro posible para decir las cosas que quiero decir sin ser irritante. Quisiera hablarles a todos los presentes, a los diputados de la oposición pero también y sobre todo a los del oficialismo.El gobierno dice que le saca al campo para alimentar al país. Sobre esto hay cifras muy claras: el campo produce alimentos para 300 millones de personas y la carga fiscal que paga ya era en el año 2005, es decir, cuando era mucho más baja, superior al 25 por ciento.Si no hago mal las cuentas, esto quiere decir que todos los años el gobierno nacional le saca al campo el valor para alimentar gratis a 75 millones de personas, es decir, dos veces la población nacional.Por eso me pregunto quién tiene la culpa del hambre del país, si el campo produce alimentos...-

Manifestaciones en las galerías.

Sr. Iglesias.- ... si el campo produce alimentos para 300 millones de personas y sus productores cobran por ellos valores que crecen mucho menos que la inflación.El gobierno también dice que pone retenciones para bajar el precio interno de los alimentos. Pero de los cuatro productos de los que estamos hablando, maíz, soja, trigo y girasol, el que paga las retenciones más altas -48 por ciento- es la soja, que no se come en la Argentina, y el que paga las retenciones más bajas es el trigo -27 por ciento- que es con lo que se hace el pan de los argentinos. Yo me pregunto entonces si las retenciones son para que baje el precio de los alimentos.El gobierno dice que son para redistribuir la riqueza, pero desde que comenzó este gobierno la relación entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre de los argentinos es de 28 a 1, es decir, una relación peor que en el terrible 2001 del gobierno de De la Rúa.Esto quiere decir que la mejora de las condiciones de los más pobres, que nadie niega, se ha dado simplemente por la mejora de la macroeconomía y por el famoso efecto derrame. Un derrame que en los últimos dos años, por causa de la inflación, ha llevado a que el país creciera el 8 por ciento y también crecieran la pobreza y la indigencia. Por la inflación, hemos pasado del derrame a la sequía.El gobierno dice que le quita a los chacareros y que lo va a devolver. El campo sabe que no se devuelve nunca, o bien se lo hace tarde, poco y mal. En el campo no quieren que les saquen lo que le van a devolver porque no quieren ser súbditos ni tampoco clientes: quieren ser ciudadanos. (Aplausos.)-

Aplausos y manifestaciones en las galerías.

Sr. Iglesias.- No es solamente una cuestión de billetera, sr. Presidente, sino de dignidad. Muchas veces he criticado al peronismo, pero también he reconocido que ha tenido el indudable mérito de incorporar a los trabajadores y al interior oscuro del país a la vida nacional. Por eso, esto es algo que los peronistas deberían comprender perfectamente.El gobierno parece creer que si destruye la soja crecerán la carne y la leche. El campo sabe que se destruyó primero la carne y la leche y el campo se refugió en la soja. Y hora le quieren quitar el último refugio que tenía. El gobierno cree que destruir a los grandes favorece a los chicos, pero en la Coalición Cívica creemos que se favorece a los chicos apoyando y ayudando a los chicos y no destruyendo a los grandes. En la Coalición Cívica creemos que un gran país, la Argentina grande que San Martín soñó, como dice una famosa marcha, se hace con los pequeños, con los medianos y con los grandes. (Aplausos.) Con dos condiciones: que paguen un impuesto a las ganancias alto y progresivo, para que la riqueza se pueda redistribuir, y que además ese impuesto sea coparticipable, para que llegue también al interior.El gobierno dice que el campo es avaro y angurriento. El campo pagaba ya 35 por ciento de impuestos a la producción, que significan básicamente un 70 u 80 por ciento de impuesto sobre las ganancias. Yo quisiera que antes de votar todos los diputados se preguntaran cuál es el sector productivo no extractivo que en la Argentina paga los impuestos más altos. (Aplausos.) Porque no se entiende, señor presidente, que el sector agropecuario que paga los impuestos más altos en el mundo sea avaro y angurriento, y que los que viven subsidiados por esos impuestos sean los grandes héroes de la Patria.Señor presidente: yo vengo del marxismo, y en los años 70 discutía con la gente de la Jotape sobre la burguesía nacional. No sé si me han convencido, pero si es que existe la burguesía nacional no veo ninguna expresión más parecida a ella que el sector agropecuario argentino: con sus pequeños, medianos y grandes productores que quieren ganar dinero produciendo y no especulando, y que quieren reinvertir en sus empresas, en el campo y en el desarrollo del país, y no especular poniendo la plata en cuentas en Suiza.Si el campo no es la burguesía nacional, la burguesía nacional, ¿dónde está?

Sr. Coscia.- A costa de los trabajadores.

Sr. Iglesias.- Me sorprende, señor presidente, que se hable tanto de la explotación de los trabajadores rurales. Desde luego que desde la Coalición Cívica apoyaremos todas las iniciativas del diputado Coscia y del doctor Recalde ‑que ya se expresaron en la Comisión de Agricultura y Ganadería‑ para disminuir el trabajo en negro en todo el país. Pero nos parece que si hay trabajo negro en el campo y en el país –y hay mucho, ya que está por encima del 40 por ciento según las cifras del propio INDEC‑, la responsabilidad seguramente no es de la oposición sino de un oficialismo que desde hace cinco años gobierna, y al que nosotros vamos a apoyar si toma medidas en este sentido.- Aplausos y manifestaciones en las galerías.Sr. Iglesias.- Y quiero hacer otra cuenta más, señor presidente. Supongamos que un matrimonio cualquiera, no hagamos nombres para no ser irritantes, hubiese ganado en el último año 1.171.000 pesos de intereses por plazos fijos y 352 mil pesos en un fideicomiso inmobiliario. ¿Cuánto hubiera pagado este hipotético matrimonio por esa ganancia de un millón y medio de pesos por el fideicomiso inmobiliario y por intereses del plazo fijo? La respuesta es cero, porque en la Argentina de hoy no se pagan ganancias por la renta financiera.Pero si en vez de invertir en la renta financiera ese matrimonio hubiera invertido en el sector productivo más avanzado del país, hubiera tenido que pagar 48 por ciento de retenciones y les hubieran dicho que eran la patria financiera aplicada al campo.Señor presidente: el oficialismo dice que ha hecho correcciones a no sé qué cantidad de artículos, y yo confío en la buena fe de los legisladores que lo han hecho. Pero el artículo 2º de la norma que se quiere sancionar hoy le da plena soberanía al Ejecutivo para cambiar todo esto el día de mañana. Por lo tanto, todas esas modificaciones que se han hecho son inútiles, ya que mañana el Poder Ejecutivo, sin consultar al Congreso, puede nuevamente volver la situación donde estaba. Y esto es una delegación inaceptable de los poderes del Parlamento nacional.Señor presidente: Las banderas de la burguesía nacional, del federalismo y del país productivo contra la patria financiera, han sido históricamente las banderas del peronismo. Yo he criticado y seguiré criticando al peronismo por muchísimos aspectos de su tradición, pero creo que estas banderas, las de la burguesía nacional, el federalismo y el país productivo han sido parte de la contribución histórica del peronismo al país.- Manifestaciones en las galerías.Por eso, sr. Presidente, voy a concordar por primera vez con el dr. Néstor Kirchner y les voy a pedir a los diputados del oficialismo que pongan lo que hay que poner, y que cuando voten lo hagan pensando en quiénes los eligieron, en por qué los eligieron, y en bajo cuáles banderas los eligieron.
Muchas gracias, sr. Presidente.

Ya está, después de un discurso así, tienen que cerrar el debate... Más allá de lo expresado o el contenido ideológico; el léxico, la diplomacia, la forma de expresar la ideas sin recurrir a la bravuconería, es simplemente genial. Todos los discursos del congreso debieran ser hechos de esta manera, aunque supongo que deben ser pocos los diputados que tengan argumentos que se sostengan por sí solos, sin recurrir a un tono más violento.

S.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Aunque los números del primer párrafo no se pueden (para mí) analizar de esa forma tan superficial, el discurso no deja de ser muy bueno y describir en no muchas palabras y tecnicismos complicados los hechos (y no las palabras) de esta administración.

Saludos y gracias por publicarlo!