Llueve. Te extrañábamos por estos pagos. Lástima que tu timing sea tan poco propicio.
Amo que llueva. Es una pena, realmente, que con los pocos milímetros caídos este año, el clima elija plena temporada parcialística para hacer su aparición. El dilema es que, en mi diccionario personal, éste fenómeno climático es sinónimo de siesta (no de dormir, sino de siesta). La disyuntiva reside en continuar con el aprehendimiento del sistema jurídico, político y social romano, o sucumbir a la tentación de las sábanas y el ruido de las gotas contra la ventana.
Claramente, estoy destinada a la primera.
S.

3 comentarios:

Cher! dijo...

Entre esas opciones te aseguro que me quedo con la segunda.

Saludos Sole!

sol ..* dijo...

Amo la lluvia, porque pareciera que me habla, me entiende.

Alec Chattah dijo...

Uf, el encanto de una cama con su aroma a siesta, en un día de lluvia podría ser hasta tortuoso.
Yo que vos, engaño a la cama con una corta siesta, de no más de media hora.