Como pasa el tiempo.


Hace un año, estaba en Bariloche. Probablemente, si hago uso de buena inteligencia (y memoria), a esta hora estaba preparándome para ir a Rocket, o, en su defecto, boludeando en algunos de los pasillos del hotel.
No voy a decir que no extraño Bariloche, que no la pasé genial, o que no es un viaje que me encantaría repetir, pero tampoco puedo dejar de agradecer estar tan contenta con lo que estoy haciendo ahora, y pensar que no dejaría todo en banda por 10 días. Además, siento que fue un viaje único, que si lo repitiera, se estropearía el recuerdo increíble de esos días en estado de “todo me chupa un huevo” (creo que es la mejor forma de describir lo que es Bariloche). Requeriría, también, que se de todo de forma tal cual se dio el año pasado, es decir: cruzarnos con los mismos colegios conocidos de Ramos, que estuvieran las mismas personas del interior (los de Junín, los de Sgo. Del Estero, los de Tucumán); que tuviéramos las mismas condiciones climáticas en cada una de las excursiones, que el orden de nuestra asistencia a los boliches fuera idéntico, etc.
En fin, mañana se van los chicos de mi colegio, les deseo mucha nieve y mucho balde, y los envidio sanamente.

1 comentarios:

Cher! dijo...

Que lindo que lindo bariloche!!!

ME QUIERO IR YA!!!!!!!!!